Situado exclusivamente en el continente africano, el fotógrafo Inglés se lanzó en el año 2000 en su ambicioso proyecto fotográfico: una trilogía de libros para recordar la grandeza natural de África pero guardando poca relación con la fotografía en color de la vida silvestre al estilo documental. En cambio, prefirió utilizar un formato mediano, con película en blanco y negro apostando por perpetuar el último testimonio animal y natural antes de que sean destruidos por el animal más peligroso de la tierra: el hombre.
Equipado solamente con una Pentax 67II y dos lentes fijos, Brandt hace uso de los animales dentro de paisajes dramáticos respetando la composición de blanco y negro y aumentando el contraste. Sus imágenes son retratadas sin teleobjetivos ya que considera que “desea ver tanto cielo y paisaje como contexto para mostrar a los animales en su propio contexto” y agrega que “estando cerca de ellos, a veces a escasos metros, consigo un sentimiento verdadero de conexión íntima”.
Su modo de trabajo consiste en fotografiar con cámaras analógicas a cortas distancias, pasar a digital mediante escáner, trabajar en Photoshop y realizar tratamientos HDR (High Dynamic Range), para finalmente imprimir en impresoras analógicas a través de grandes negativos obtenidos digitalmente.
Su obra “Inherit the dust” (Heredar el polvo) es una combinación de panorámicas sobre animales dentro de paisajes espectaculares de la región africana que generan un impacto visual épico. Bajo una influencia romántica, se deja ver la ruptura con la tradición y el alejamiento de toda frontera de reglas estereotipadas. Así, la libertad desplegada en el terreno, es su búsqueda constante de superación. Un rasgo revolucionario incuestionable.
La fotografía siente y concibe a la naturaleza, la vida y al hombre de manera particular en cada lugar donde se desarrolla. Así, Brandt logra un romanticismo pictórico que recupera los antiguos senderos de la nostalgia y la belleza de un continente indoblegable de naturaleza salvaje y paisajes áridos. África es el escenario que contrasta la hermosura y la seducción de un horizonte avasallante y lleno de secretos.